Por Javiera Riffo Delgado
Para ninguna mujer que ha sido expuesta a cualquier tipo de violencia, callejera, física, psicológica, secuestros, drogada, incluso violada, no es una novedad esta columna de opinión. Sin embargo, denunciar violencia en Chile, es una tarea compleja y se hace poco por enmendar el rumbo, porque lamentablemente la capacitación que debería existir en los organismos competentes, para abordar esta problemática, es muy precaria.
Las respuestas y comentarios de Carabineros de Chile ante hechos constitutivos de violencia sorprenden, frustran y no ayudan a dar el primer paso para salvar vidas, (atreverse a denunciar). En el caso de VIF, una mujer demora en promedio 7 años en tomar la decisión, y a la hora de hacerlo, existen casos dramáticos donde en algunas comisarías les han comentado: “señora no exagere, vaya a hacerle la comida a su marido”, “mejor váyase a la casa”, “a su marido se le va a pasar”, “vaya a criar a sus hijos”.
En otras ocasiones no son consideradas las denuncias por violación, dejando a la víctima en manos del mismo, o en los casos de VIF donde la mujer quiere denunciar violencia psicológica, se le pregunta ¿señora la amenazaron de muerte, o sólo le dijo que es una loca, enferma, que no sirve para nada?, porque eso no es violencia y ahí queda la mujer sin denuncia y sin ayuda.
Y es ahí, donde todos los esfuerzos de marketing del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en llamar a denunciar, quedan en nada.
Lo hemos oído estos días en las denuncias de las mujeres universitarias que están siendo drogadas en la calle, aseguran que carabineros no toman las denuncias y esto es gravísimo. Con lo que nos cuesta como mujer denunciar, es inconcebible que algunos no estén capacitados para acoger una denuncia, para ayudar, apoyar y contener, además de orientarla en el camino que viene.
Llevo años denunciando lo mismo, a cada una de las ministras y ninguna se lo ha tomado en serio. Esto es grave, si se dice que quiere ser un país que avanza en la protección a las mujeres. Una deuda importante y un trabajo que no se ha hecho en Chile para ayudarnos.